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Agrobiodiversidad y Seguridad Alimentaria en México

Updated: Mar 2, 2020

Resumen

En este artículo resaltamos la importancia de la diversidad agrícola o agrobiodiversidad como elemento de suma importancia para la conservación de la biodiversidad en general y su rol en la seguridad alimentaria mexicana.


-Por Esteban Enrique Ramírez Cruz


Planificador para el Desarrollo Agropecuario egresado de la UNAM. Coordinador de Movilización de GYBN México. Asistente de investigación en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM en el área de estudios agrarios y

socioambientales.



“Variedades de maíz nativo en Ixtenco, Tlaxcala”, Archivo del autor.



Cuando hablamos de biodiversidad en México no podemos evitar pensar en los hermosos jaguares que habitan en las selvas, los maravillantes animales marinos y un gran número de criaturas que roban nuestro corazón con su misterio o simpatía. También, recordamos los diferentes tipos de vegetación que cubren cada ecosistema, desde plantas tropicales, árboles, hasta cactus y flores, generando los paisajes naturales que inspiran nuestros sueños. Gracias a estos ecosistemas podemos portar con orgullo la distinción de país megadiverso.


Aquí es donde me gustaría resaltar un aspecto más de la biodiversidad: la diversidad agrícola, mejor conocida como agrobiodiversidad, que comprende toda la variedad de animales, plantas y cualquier organismo que desempeñe una función en el ecosistema necesaria para la producción de un cultivo, incluidos insectos, bacterias y hongos (FAO, 1999). Es tan relevante que se podría decir que “la biodiversidad agrícola (agrobiodiversidad) contiene el valor más grande y directo para las sociedades humanas de todo lo que comprende la biodiversidad”. (Krishnamurthy y Krishnamurthy, 2011: 108).



Hormigas procesando la materia orgánica que nutrirá el huerto de naranjos y las matas de vainilla que crecen a su sombra (segundo plano). Tecolutla, Veracruz. Fuente: archivo del autor.



Sin duda la conservación y el fomento de la agrobiodiversidad en México deberían ser considerados temas prioritarios, ya que además de los cultivos que hemos adoptado en nuestra alimentación como el arroz y la papa, nuestro país es centro de origen y diversificación de “por lo menos 100 especies cultivadas, muchas de las cuales tienen presencia actual en diferentes ámbitos tanto mundial como nacional. Resaltan el maíz, el cacao, la papaya, el nopal, el jitomate, el tabaco, la vainilla, el algodón, los magueyes, el frijol, el tomate, entre otros” (CONABIO, 2009).


Cada uno de estos cultivos cuenta con múltiples razas y variedades que requieren diferentes condiciones para desarrollarse, por lo que se pueden sembrar en diferentes climas: a diferentes altitudes, con distintos tipos de suelo, cantidades de agua, temperaturas y vientos, a lo largo y ancho de todo el territorio mexicano. De esta forma, nos podemos permitir producir los cultivos más esenciales en distintos climas y regiones del país, así como contar con la posibilidad de adaptarnos a las diferentes manifestaciones del cambio climático, como sequías, inundaciones, aumento o disminución de las temperaturas y algunas de sus consecuencias como la propagación de plagas que pueden poner en riesgo nuestra alimentación. Para evitar, mitigar y/o adaptarse a estas amenazas y garantizar así nuestros alimentos, es necesario asegurar una diversidad biológica en los sistemas agrícolas.


Así mismo, cada variedad de cada especie muestra distintas formas, texturas, sabores y nutrientes. De esta manera, sumamos necesariamente una serie de aspectos culturales a los factores ambientales, enriqueciendo el concepto de agrobiodiversidad, pues es el humano quien a través de su conocimiento y sus experiencias ha ido moldeando este medio (FAO 2005).


Dicha diversidad biológica también ayuda a lidiar con problemáticas de origen social en el sector alimentario como lo son los mercados; por mencionar algunos tópicos tenemos la fijación de precios, diversificación de las inversiones y la posibilidad económica de acceder a los alimentos (FAO, 2005).


En definitiva, todos estos son puntos elementales donde la biodiversidad contribuye en la misión de lograr la seguridad alimentaria, donde tomamos en cuenta cada uno de los factores para garantizar el acceso a una alimentación completa para todos los individuos (FAO, 2005). Con la generación de políticas públicas, la intervención de los sectores público, privado y social en conjunto, podemos encaminarnos a un panorama donde, a través de la preservación de la biodiversidad, el ser humano conviva en equilibrio con su medio, existiendo prácticas productivas, comerciales y ambientales sostenibles que afiancen relaciones sociales justas para conseguir una alimentación de calidad para todos los sectores de la población.



“Maíz rosa y frijol vaquita”, archivo del autor.



Referencias

  • Comisión Nacional para Conocimiento y Uso de la Biodiversidad CONABIO (2009). “México como centro mundial de domesticación y origen de las plantas cultivadas”. Biodiversidad Mexicana. Recurso en línea: https://www.biodiversidad.gob.mx/genes/pdf/mexicocMundial.pdf (02/12/19)

  • Food and Agriculture Organization of the United Nations FAO (2005) Building on gender, agrobiodiversity and local knowledge: a training manual.

  • Food and Agriculture Organization of the United Nations FAO (1999) Agricultural Biodiversity, Multifunctional Character of Agriculture and Land Conference, Background Paper 1, Maastricht, September 1999.

  • Krishnamurthy P. Krishna y Laksmi Reddiar Krishnamurthy (2011) “Agrobiodiversity for livelihood security: a case study of agroforestry technologies in Mexico”, Journal of Life Sciences 5: 108-119.

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